lunes, marzo 26, 2007

Con el móvil en el trasero

¿Cuanto pagamos por estar comunicados?

Testimonio personal

Hasta el día de hoy no tengo teléfono celular. He observado que yá prácticamente todo el mundo lo tiene. He visto a cartoneros escribiendo mensajes de texto en celulares. Lo que es yó hasta el momento nunca me ví en la necesidad de poseer ese servicio, ya que tengo teléfono de línea en mi hogar y en mi oficina, los dos lugares en donde paso el 90% de mi tiempo. El 10% es el tiempo que paso haciendo algo en lo que no quiero soy interrumpido. Pero bien, las circunstancias han cambiado y ahora veo que uno de esos aparatos me serviría, de manera que comencé a averiguar como funcionan los planes de pago, que clase de aparatos hay y cuanto cuestan, etc.
Hay tres empresas de telefonía celular en Argentina: CTI, Movistar y Personal. Existen dos tipos de planes: prepagos y por abono. El primero requiere que el usuario cargue crédito a su cuenta mediante la compra de tarjetas de valor fijo. El segundo es un crédito limitado que se renueva mensualmente el cual cuando es consumido puede renovarse mediante trajetas prepagas. El crédito se fracciona por minuto.

El proveedor más económico es CTI Móvil; cuesta 87 centavos el minuto con sistema prepago y 42 centavos el minuto con sistema de abono. Si la línea destinataria de la llamada es un teléfono fijo se cobra un adicional. Los SMS cuestan 12 centavos cada uno y permiten una cantidad de letras limitida la cual excedida genera automáticamente un segundo mensaje en donde se envía la información excedente.
Los otros proveedores son mas caros. Personal y Movistar cuentan 97 el minuto con sistema prepago.
Los tres proveedores ofrecen planes de abono de aproximadamente 35 pesos mensuales con los que se puede hablar entre 60 y 80 minutos como máximo, suponiendo que cada minuto sea aprovechado totalmente.
Si tengo un teléfono celular que funciona con sistema prepago y quiero hacer llamadas, el crédito mínimo que puedo tener que es de $10 se consumirá en 10 u 11 minutos. Puedo hacer 10 llamadas de 1 minuto (inverosímil) o puedo hacer 3 llamadas de 3 minutos (mas realista) y mi crédito habrá expirado, siempre que tenga la suerte de que el receptor de mi llamada atienda siempre y no sea redireccionado a una casilla de mensajes, lo cual igualmente consume minutos de aire.
Comparativamente, una llamada con un teléfono móvil, por corta que sea cuesta lo mismo que un alfajor, un paquete de acelga, un viaje en colectivo urbano (al menos en Rosario). Con este esquema podemos arriesgarnos a decir que una persona puede llegar a gastar en un mes mas dinero en alimentar a su teléfono móvil que en alimentar su cuerpo.
Un bien que además de superfluo es caro nos pone ante la perspectiva de un producto suntuario. Un lujo.

Pero si a pesar de todo esto Ud. sigue pensando que mantener un teléfono móvil es un lujo vea estas tarifas. Estos números corresponde a Verizon, una compañía de comunicaciones estadounidense que vende también telefonía móvil; los valores son en dólares estadounidenses y corresponden al sistema por abono (verificar fuente)
El plan más económico en el cual se abonan 40 dólares permite hablar durante 450 minutos. Esto implica que el minuto de aire es pagado 0.08 centavos de dolar, es decir 24 centavos de peso argentino. Esto significa que en argentina pagamos el doble. Pero ete aquí que los estadounidenses tienen salarios promedio de 5000 dólares (15000 pesos argentinos) en tanto que un salario promedio en argentina oscila en los 280 dólares (860 pesos) pesos.

Si tomamos como base el abono de menor costo en cada país los argentinos gastamos el 4% de nuestro ingreso en telefonía móvil en tanto que a nuestros primos del norte solamente les insume 0.8 % de su salario. Verdaderamente es un lujo.

Por otro lado, ¿cuántas de las personas que utilizan este servicio realmente lo necesita?. Probablemente muy pocos, la necesidad de estar 24 diarias conectado a una red de comunicación telefónica sin límite de espacio físico podría ser creible para Batman o el presidente de la nación, tal vez un viajante o un policía. El resto de los mortales nos podemos arreglar tranquilamente con un teléfono de línea común y el un contestador. ¿Es así realmente?

Gerardo y el 'celu'
Según se ve en la publicidad del proveedor de telefonía móvil Movistar, Gerardo en un 'pibe' que está como detenido en el tiempo, que está totalmente fuera de 'onda', vive en una casa con muebles viejos, dice 'la pucha', colecciona cosas, le falta nomás jugar a las bochas. En definitiva Gerardo es presentado como una persona con problemas, alguien que no puede acoplarse a los tiempos que corren; no se le ven amigos ni novias en el publicidad, es un tipo marginal, alguien que ha quedado fuera.
Y la solución para Gerardo en un teléfono móvil con servicio Movistar. De esa manera va a estar en 'onda', seguramente va a dejar de tener aspcto de bobo y va a comenzar a actuar como los chicos de la foto de arriba. Descifrando el mensaje, cuando Gerardo tenga Movistar va a ser un tipo mas 'cool', va a tener amigos, chicas y va a pasar a formar parte de la sociedad.
Groseramente se puede decir que esto es lo que nos quieren vender con la publicidad: para ser alguien hay que tener un teléfono móvil y que sea de Movistar, quien no lo tenga será como Gerardo.
Es evidente que el teléfono móvil no solo es un objeto suntiario sino que además es imagen, un objeto de consumo. El aparato debe ser llevado en un lugar visible, colgado del cinto.
Pero bueno, ahora Gerardo tiene teléfono móvil y ya es un 'langa'.

Y como era antes?
En definitiva, el argentino de hoy no puede ser sin teléfono móvil. ¿Como era la vida antes del teléfono móvil?. Ya nadie tiene memoria de esos tiempos oscuros.
Recuerdo cuando era niño (década del 80), la casa de mi abuela era una de las pocas en el barrio con línea de teléfono. Eso implicaba dos cosas: si un vecino necesitaba hacer uso del teléfono era debido permitirle hacerlo (y no se le cobraba, ¡Como se te ocurre!); si alguien llamaba a la casa de mi abuela y dejaba un mensaje para un vecino, era debido entregarlo. Había una vecina que vivía a dos cuadras y que venía varias veces por semana a usar el teléfono ('la Santina' cuya hija era muy hermosa).
Luego con la década del 90 llegaron las privatizaciones y los teléfonos estubieros disponibles para todos (todos aquellos que pudieran pagarlo).

Oferta vs. Demanda
En definitiva la precariedad en las comunicaciones era hasta hace tal vez 15 o 20 años algo normal y aceptable. Hoy en día no es normal ni aceptable que alguien no tenga teléfono móvil. Podemos hacer una larga lista de caso similares. El problema parece ser que una vez que nos hacemos dependientes de alguna innovación tecnológica, la vida ya no nos es aceptable sin ella. Esto naturalmente influye en el precio que somos capaces de pagar por poseer y usar estas facilidades. Puntualmente, como hemos analizado en la primera parte de esta nota, estamos pagando precios exorbitantes por el servicio de teléfono móvil. ¿A que se debe esto?. Por un lado el servicio deja bastante que desear y los precios son altos, pero la venta de nuevas líneas y apartados no hace mas que crecer mes a mes: según un artículo del diario Clarín que data de junio de 2006

  • ya hay en el país 24,5 millones de líneas
  • un 55% más que en marzo de 2005
  • el consumo en ese período fue un 39% mayor.
  • en 2005 se importaron más de 12 millones de celulares
  • proyectan que llegarán este año (2006) igual cantidad, o más.
Con estos números, ¿Que prestador de servicios de telefonía móvil se preocupará por tener precios competitivos o mejorar sus prestaciones?. El prestador vende un servicio caro y malo, pero el usuario no hace mas que comprar más y más lo cual le dá la pauta al prestador de que no debe concentrarse en ser mas competitivo, sino en ver como hacer para arrebatar alguna porción del mercado a sus competidores, quienes están haciendo exactamente lo mismo.
Creo que en este caso, la responsabilidad es del usuario que no hace valer sus derechos y no utiliza su peso en masa. Se debería al menos parar de consumir este servicio por un tiempo para que los prestadores presten atención. Ha habido ya varios magros intentos de articular protestas de usuarios como por ejemplo 'apague su teléfono durante una hora tal día a tal hora'. Pero este tipo de protestar no tienen eco en el usuario, y natualmente ningún medio de comunicación se ocupa de publicarla, ya que las pautas publicitarias de las empresas de telefonía móvil dejan muy buenas ganancias. De cualquier forma, a nadie se le ocurre individualmente pensar en que tiene que evitar consumir el servicio porque es demasiado caro, y al fin y al cabo no es tan importante. El problema es que todos nos sentimos un poco 'Gerardo' si no usamos teléfono celular.

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