martes, abril 03, 2007

El 10 en su laberinto

Una persona que logró hacerse inmensamente rico, que conquistó la gloria deportiva y puede jactarse de haber 'vengado' las afrentas cometidas a todo un pueblo; alguien que hay conquistado la fama y es recibido en todas las casas, que es admirado y temido, que recibió un don especial. Una persona que teniendo solo 35 años había acomulado sufienciente dinero y experiencias como para dedicarse a una vida sin preocupaciones ni temores, que podía caminar por el mundo a sus anchas.
¿Que necesita una persona así para ser feliz?.
¿Acaso no sería lo que acabo de describir un estado de dicha por excelencia?.
¿Que mas necesita esta persona?. Esta 'persona' cuyos atributos se comparan a los de cualquier dios de la antiguedad; de hecho esta clase de personas eran consideradas dioses por los antiguos.

Y sin embargo esta persona cae en la depresión, se vé embuelto en problemas judiciales, pierde el control y cae en las redes del vicio y los excesos hasta poner en peligro esta vida, aquella que todos anhelan poseer. Esa existencia de dicha se vuelve así un infierno personal. Este hombre que es casi un dios, rico y admirado, cae en los mismos precipicios que el mas humilde linyera que habita en cualquier rincón de nuestras ciudades.

Debemos estar agradecidos con Diego Maradona quien ha entregado su vida a nosotros para que veamos y comprendamos que el honer, el poder y la gloria no sirven para hacer feliz a un hombre.

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