lunes, noviembre 06, 2006

La noche en Rosario

Llegamos a pié Fede y yo a tucumán y españa, yo con la bicicleta en mano. Quedamos parados ahí mientras terminábamos nuestra conversación y cada cual tomaría su rumbo. En la vereda de enfrente había dos chicas, vestidas como para ir a bailar. Una de ellas me grita 'me llevás hasta Madame?', luego se cruza y me dice 'me prestás la bici para dar una vuelta manzana?'. Desde ya que siendo las 2 AM la pregunta era muy rara, pero los ojos abiertos y vidriosos de ella me terminaron de convencer de que no le diera la bicicleta, porque cualquier cosa podía ocurrir y con un tajante 'no' se la negué. A la vez le pregunté que había estado tomando. Olor a cerveza no tenía.
Mientras su amiga desde la verdad de enfrente me gritaba que no le preste la bicicleta e intentaba cruzar la calle, muy cargada de tráfico. La chica seguía insistiendo 'pero no te la voy a robar' y tube que tomarla de un brazo y empujarla hacia la vereda porque se estaba moviendo peligrosamente hacia las ruedas de los colectivos y automóviles que le rozaban la falda.
Cuando la amiga consiguió cruzar la calle yo ya estaba montado en la bicicleta dispuesto a alejarme del lugar, y saludando a Federico quien seguía la escena, que no habrá durado mas de 10 segundos como un espectador. Al salir la chica me gritaba '¡mala onda!' mientras su amiga trataba de retenerla.
No volví la vista atrás a ver que pasaba con Federico, pero estimo que nada le hicieron a él, ya que escribió un e-mail para recordármelo.
Un liyera conocido que habita la plaza Sarmiento me cuenta en ocaciones de lo mucho que ha empeorado la noche de Rosario. Quienes duermen en la calle ya no pueden hacerlo en paz, o duermen con un ojo abierto, o bien permanecen la noche el vela y duermen durante el día. Mucha violencia gratuita se dá contra ellos. Gentes que salen de los múltiples reductos del centro y apalean a quienes se cruzan por el mero impulso de hacerlo.
Las paradas de colectivos de mayor importancia se hallaban atestadas de gente intentando regresar a sus hogares. Familias enteras viajando de pié en la fría madrugada. Mas temprano una marea humana había realizado el camino inverso, desde las paradas hacia el parque De la Bandera, concentrándose por calle córdoba e innundando las proximidades del monumento. Vendedores de chuchería luminosas ocupaban los bancos de la plaza 25 de Mayo y las escalinatas de la Iglesia Catedral, 'al luminoso' pregonan.
Pedaleé en medio del frío algunas cuadras y luego tomé por paraguay. Al pasar por la comisaría segunda había mucha gente apostada en la puerta y los alrededores. Evidentemente la policía estubo atareada durante la velada deteniendo a los revoltosos y a los punguitas de siempre, y esta gente seguramente esperaba la liberación de algunos amigos o parientes demorados.
Todo esto pasó en medio del movimiento que se dá siempre el día de la innauguración de la Feria de las Colectividades, cada año ocurre lo mismo.