lunes, enero 29, 2007

Expedición a las islas

El capitán Jacques Morleau programó para el sábado al mediodía la salida de su expedición a las islas entrerrianas frente a la ciudad de Rosario.
Los componentes de la expedición fueron dos hombres experimentados:
François Staropol, biólogo y juntador de caracoles y Mr. Alexis Hurlimgham Pastor, experto asador en condiciones adversas.
La expedición se movilizó en una kajak simple y una piragua, dos embarcaciones de poco calado para permitir el avance por terreno pantanoso e incluso el trasporte a pié por terreno firme.
El objetivo de la expedición es investigar la existencia de un habitante mítico componente de la fauna de las islas: Paranaito, el mostruo. Poco se sabe sobre esta criatura, existen leyendas entre los lugareños supersticioso pero ninguna documentación científica y en definitiva nadie puede asegurar haberlo visto. El capitán Morleau fué a desentrañar este misterio.

La primera etapa de la expedición consistió en llegar al paraje conocido como 'La boca de la milonga', la embocadura del riacho 'Paranasito', el cual llevaría las naves hacia La Laguna, un lugar que alguien alguna vez vió en un mapa.
El riacho avanza sigzagueando por entre el terreno bajo y amnegable, poblado por montes de sauces, árboles adaptados a este tipo de terreno que puede pasar varios meses bajo el agua.
Lanchas conducidas por domingueros pasan de lado a nuestros héroes provocando olaje y llenándolos de agua, causando el proferimiento de epítetos descalificatorios irreproducibles. Aparecen en las márgenes varios puestos de ganadería, las islas han quedado en la actualidad casi totalmente dedicadas a la ganadería. Olor a bosta y mujidos por doquier les rodean, es la patria ganadera.

Afortunadamente esta etapa es corriente abajo. A pocos kilómetros de la embocadura la expedición se topa con una ruta muy transitada y una laguna que la ladea. El riacho continúa por un costado y atraviesa la ruta (la conexión vial a Victoria luego se supo luego) por debajo de un puente. Confusión. ¿Será esta la laguna? se pregunta el capitán Morleau quien amonesta sus hombres por no haber traido los mapas, función que le compete a él.
Comienzan las indagaciones con lugareños y pescadores deportivos. Aparentemente la laguna ya no existe o no es accesible.
Malas noticias, hay que abortar la expedición.
Sin embargo el capitán Morleau, con el sentido práctico que lo caracteriza decide cambiar el enfoque de la expedición: habrá que retroceder y establecer un campamento riacho arriba, mas cerca de la embocadura e investigar lo que sea posible. Si el tal Paranaito existe, en algún momento pasará por ahí y se lo filmará; después de todo lo importante es descubrir algo, e investigando lo suficiente, algo seguramente se descubrirá.

Continúa ...

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